Bueno, los eufemismos funcionan durante un tiempo. Sobre todo, mientras la gente enterada, la que está más o menos en el ajo, se hace eso, la tonta o la loca. A veces se hace la tonta y la loca toda la vida: el jefe de torturas de la policía política portuguesa declaró, años después de la caída de la dictadura, que ellos no torturaban, sino que solo causaban “incomodidad” al detenido. En España todavía hay gente de esta calaña que, como represores en la dictadura, causaron fatales “incomodidades” jamás juzg
Origen: Columna: Manuel Rivas: El sendero de las lágrimas | EL PAÍS Semanal