Javier Marías
Claro que nada es mínimo en cifras absolutas, ni en el mundo ni en la China ni en Italia ni en España. Cada vida es importantísima, para cada uno la suya sobre todo. El coronavirus no deja de ser una catástrofe y hay que tomársela en serio. Esos porcentajes subirán (ojalá no). Pero si se hubieran señalado a diario (e insisto: es lo único que se ha escamoteado), y se hubiera hecho más hincapié en que la mayoría de los primeros muertos eran de edad avanzada y con afecciones ya previas, la gente no habría enloquecido tanto ni habría acaparado mascarillas ni saqueado supermercados. No pongo en cuestión las medidas adoptadas, incluidas las coercitivas. Pero sin la mala fe de muchos medios la población habría estado algo más sosegada, lo que no es poco. Es muchísimo.